Jardín Maternal y Lactancia Materna... Un Gran Desafío
Roxana Scarone (Docente Lactario), Norma Gómez y Clara Pellegrino (Auxiliares Lactario), Lic. María Antonia Bonet Coll (Directora). Jardín Maternal Nº 2 Municipalidad de Vicente López, Buenos Aires.
En el año 1995 al hacerme cargo de la conducción del Jardín Maternal Nº 2 de la Municipalidad de Vicente López, era habitual escuchar decir a las mamás que estaban por ingresar a sus bebés menores de 6 meses: "en casa ya empecé a darle mamadera, así se va acostumbrando". Al poco tiempo fui descubriendo que si bien desde la institución no se decía NO a la lactancia natural había actitudes que favorecían esta idea: Jardín Maternal y que los bebés recibieran la leche de sus mamás parecía un imposible. Lo cotidiano era que si la mamá tenía que trabajar y dejar a su bebé en un Jardín Maternal éste tenía que ser alimentado con la leche de vaca y en una mamadera.
Esta realidad constituyó un gran desafio: transformar este Jardín Maternal en un centro de promoción de la Lactancia Materna y posibilitar que los bebés reciban "lo mejor" para su desarrollo: la leche de sus mamás.
El primer paso fue la información: charlas informales con las maestras y auxiliares de la sala donde se comenzaron a poner en discusión distintos puntos de vista. Todas, como mujeres, coincidimos en que "el pecho es lo mejor para el bebé, lo difícil es enfrentar y superar los obstáculos que se presentan en el Jardín Maternal con la alimentación natural".
En el año '95 una de las auxiliares de la sala del Lactario, interesada en el tema, hizo un curso de capacitación en Lactancia Materna en el Hospital de Vicente López; yo también lo realicé durante mi licencia por maternidad, y dedicamos el año a transmitir al resto del personal los conocimientos adquiridos y discutir sobre las estrategias que se podían utilizar para ayudar y apoyar a las mamás que querían seguir amamantando a sus hijos.
Fuimos armando un sustento teórico acerca de la Lactancia Materna cuyos fundamentos básicos son:
El Jardín Maternal tiene como desafío diario la defensa de los derechos que tienen toda mujer y todo niño de amamantar y ser amamantado. En este gran reto nos enfrentamos muchas veces con dificultades que son ajenas tanto a la familia como al Jardín (explotación laboral, el trabajo en negro que no respeta derechos de la mujer que trabaja, insensibilidad por parte de empleadores, pediatras que no apoyan la lactancia materna, etc.).
La Lactancia Materna es "el mejor alimento" para el bebé: satisface las necesidades nutricionales y emocionales del niño hasta los 6 meses y continúa contribuyendo a la salud fisiológica y emocional hasta el 2º año de vida.
Los niños amamantados crean un sistema inmunológico (defensas del cuerpo) más fuerte y amplio, y por lo tanto se enferman mucho menos que los alimentados con sucedáneos de leche materna.
Para la mamá amamantar constituye una fuente de mayor autoestima puesto que demuestra que ella es capaz de proporcionar alimentación y salud a su hijo.
La Lactancia Materna refuerza el vínculo entre la madre y el bebé. Esto es sumamente importante para las mujeres a quienes el trabajo las separa de sus hijos por largas horas.
La Lactancia Materna es ecológica en su producción y consumo. Utiliza un recurso natural renovable y produce sólo desechos biodegradables.
El conocimiento y convencimiento de estas ideas nos ayudó y guió en la tarea cotidiana de alentar y apoyar a las madres que al llegar con sus bebés aún amamantados no desistieran de continuar con el amamantamiento. Hay toda una labor de contención de esta madre que debe "entregar" a su bebé a una institución mientras ella trabaja.
Generalmente la angustia tiñe el sentir de esta mamá así como la culpa, y desde el Jardín Maternal tenemos que generar un vínculo de confianza con la familia y especialmente con ella.
El primer paso para el éxito Jardín Maternal-Lactancia Materna es el deseo de la mamá de seguir amamantando a su bebé. Una vez que este deseo se hace explícito se presentan las dificultades de orden laboral (distancia entre el Jardín Maternal y el lugar de trabajo, solicitud de permiso para interrumpir la jornada laboral para amamantar al bebé, o para extraerse leche, etc.). También nos enfrentamos con falta de información sobre la posibilidad de extracción de la leche, su conservación etc. Siempre recuerdo una frase sobre este tema: "Los conocimientos sobre la Lactancia Materna no se heredan, se construyen". En el año 1997 vivimos en el Jardín Maternal la primera experiencia de amamantamiento exclusivo hasta los 6 meses: Fue la concreción de un sueño que ojalá se vaya repitiendo cada vez con mayor frecuencia, y fruto del esfuerzo y el trabajo en equipo. Ahora dejo paso a la maestra y auxiliares del Lactario que con total dedicación, mucho respeto, y perseverancia hicieron posible demostrar que "Jardín Materal y Lactancia Materna no son un imposible".
Queremos relatar esta hermosa experiencia que, desde el Jardín Maternal Nº 2 de la Municipalidad de Vicente López fue vivida como un logro profesional muy importante. Nuestro deseo es poder transmitirla a todas las personas que trabajan en Jardines Maternales y viven a diario situaciones de destete prematuro a causa del ingreso de bebés en el Jardín Maternal y de mamás en el mundo del trabajo. Asimismo a todas las madres, las que amamantaron a sus hijos, las que no pudieron y a las futuras mamás y trabajadoras. En el año '97 llegó a la sala del Lactario "Lucía" de 2 meses de edad, con su mamá "Karina". Las dos, abrazadas entraron en la sala para comenzar esa difícil etapa de integración al Jardín.
La mayor carga de angustia y preocupación de Karina era que quería, deseaba, seguir amamantando a su beba pero con 9hs. de trabajo ... ¿Es posible? "¿Cómo puedo hacer?"... Conocer el ritmo de alimentación de Lucía, los horarios de trabajo de la mamá, e informarle de su derecho por ley a 1 hora para amamantar fueron
las primeras respuestas a esa pregunta cargada de preocupación. Así Karina dejaba a su hija las 7.3Ohs. la amamantaba antes de salir hacía el trabajo y también dejaba un frasco esterilizado con la leche que se había extraído el día y/o la noche anterior. Para la próxima mamada calentábamos al baño María la leche de la mamá y comenzamos a dárselas a Lucía con cucharita. Al principio le costaba succionar pero insistimos convencidas de que estábamos previniendo un destete prematuro. Fueron 2 semanas difíciles hasta que nos sorprendió un día sonriendo entre cucharadita y cucharadita. Se produjo el aprendizaje y junto a él el placer; además Lucía sabía, por una cuestión de repetición y rutina que parala próxima mamada venía su mamá (haciendo uso de esa hora que le correspondía en su horario laboral) y ese encuentro maravilloso la ayudó a aceptar esa forma de alimentación.
La extracción de leche fue un tema que nos acompañó durante toda la lactancia exclusiva. Karina se sacaba leche en el trabajo pero el horario que encontró de más producción fue a la noche, de madrugada, su cuerpo estaba relajado y su producción era mayor. Llegaba todas las mañanas con su frasco esterilizado, algunos días más, algunos días menos pero siempre el esfuerzo, la inquietud por dejar a su bebé con su porción de leche propia. Algunas veces necesitó mucho aliento pero su deseo hizo posible que su beba tuviera en su ausencia el alimento mas precioso.
Si la producción era mayor que lo que Lucía necesitaba almacenábamos la leche en el freezer y para usarla la descongelábamos en forma natural y calentándola al baño María una vez descongelada.
Así llegaron Karina y Lucía a los 6 meses. Fue un logro para ambas que tampoco hubiera sido posible sin el apoyo incondicional del pediatra que con el seguimiento de Lucía pudo constatar un aumento normal de peso. La alegría y simpatía que caracterizan a Lucía reflejan también un excelente estado de salud y queremos contarles que es una nena que se ha enfermado significativamente mucho menos que otros bebés que ingresan al Jardín. Ahora ya come alimentos sólidos pero su mamá sigue viniendo todos los días un ratito a darle el calor de su pecho. Lucía se duerme en sus brazos y descansa y Karina retorna al trabajo.
Le pedimos a Karina si quería escribir algo sobre esta experiencia y esto es lo que nos entregó y nos llenó de emoción; pero más allá de los elogios creemos que constituye una gran contribución para aquellas madres que tienen que dejar a sus bebés e ir a trabajar, y como ella, desean con todo el alma seguir dándoles lo mejor que tienen para sus hijos: su leche y su piel.
Carta de Karina:
"La experiencia fue excelente. Llegar todas las mañanas al Jardín y sacar del bolso la leche "ordeñada" de la noche anterior, se hizo una costumbre; pero tomar conciencia de que aquella leche era casi como oro líquido, como la llamaban en el Jardín, era verdaderamente una alegría para todos: papá, mamá, directora, maestra, auxiliares y sobre todo para Lucía. Es hermoso saber que una mujer puede aportar tanto para la salud de su familia y para la sociedad.
Vale destacar y agradecer el apoyo insustituible de mi familia y del equipo de profesionales del Jardín, sin lo cual hubiese sido imposible llevar acabo esta maravillosa experiencia en la que descubrí las nuevas virtudes de ser mamá en estos tiempos". Karina
Más allá de esta hermosa experiencia queremos contarles que otros niños pasaron por este Jardín, y otros muchos pasarán siendo amamantados en forma exclusiva o no; pero promover la Lactancia Materna es uno de nuestros objetivos. Aceptar las limitaciones, tratar de superar dificultades, poniendo todo el conocimiento y el afecto en la tarea es nuestra forma de trabajar, donde el centro de dicha tarea es el bebé y su familia, el "cuidado" del vínculo con la mamá y el bebé, que pemitirá el crecimiento de un ser humano más seguro e independiente.
"Lo cotidiano era que si la mamá tenía que trabajar y dejar a su bebé en un Jardín Maternal éste tenía que ser alimentado con la leche de vaca y en una mamadera"
"Generalmente la angustia tiñe el sentir de esta mamá así como la culpa, y desde el Jardín Maternal tenemos que generar un vínculo de confianza con la familia y especialmente con ella"
"...pero tomar conciencia de que aquella leche era casi como oro líquido, como la llamaban en el Jardín, era verdaderamente una alegría para todos: papá, mamá, directora, maestra, auxiliares y sobre todo para Lucía"
http://www.fmed.uba.ar/mspba/ibfarg/bol_8.htm
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